jueves, 31 de octubre de 2013

Fumo Bravo (Solanum granuloso-leprosum)

Árbol del delta.

El fumo bravo es uno de esos árboles que no deberían faltar en nuestra ciudad. Es de rápido crecimiento, de tamaño mediano, tiene flores lindas, y frutos que atraen muchas aves que se alimentan de ellos.

Crece hasta una altura de 6-12 metros, y es ideal para veredas por no presentar problemas de raíces. Sus hojas aterciopeladas, y agradables al tacto no se caen en otoño, manteniéndose todo el año. 
En la foto puede verse un ejemplar de tamaño chico que tengo en maceta (alrededor de 1 metro) en el que ya pueden verse sus hermosas flores. Se estima que en alrededor de 2 años puede llegar a medir más de 3 metros. 

Es una especie muy importante en la formación de capueras, es decir aquel bosque en proceso de regeneración debido a la tala. El fumo bravo es uno de los primeros árboles en colonizar estas zonas, y es bajo su sombra que crecen otros miembros del bosque como el cocú (Allophilus edulis) y la yerba de bugre (Lonchocarpus nitidus), para luego formar el bosque. 
En la selva misionera también crece en claros ante la caída de otros árboles más grandes. 

Distribución: 
Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco, Formosa, Salta, Santa Fe.También en rasil y Paraguay. 

Modo de propagación: a través de las semillas de sus frutos. Donde hay un fumo bravo, muchas veces se encuentran retoños bajo sus sombra, que difícilmente prosperen. Estos pueden ser transplantados.

Es ideal para veredas.