miércoles, 6 de febrero de 2019

El Delta y sus desmanejos... Protejamos a los juncales.

¡El Delta, la costa y sus desmanejos! De las casuarinas al Vetiver y el cemento.

Por Alejandro Benatar.

Un paseo por nuestra selva

Vamos a hablar de una de la ecorregiones con mayor biodiversidad de nuestra Provincia, que es la ecorregión del Delta e Islas de Paraná. Para mucha gente es sorprendente porque no imaginaban que nuestra Buenos Aires tuviera una selva. Pero tiene mucho más que ver con desmanejos y un área metropolitana que le da la espalda al río, ignorando nuestra zona ribereña y usándola para tirar desperdicios. En el Río de la Plata, la selva llega hasta aproximadamente Punta Lara y corre paralela a la costa como cordones en lo que denominamos selva en galería.
En el libro Ecorregiones y complejos ecosistémicos de Morello y Col. (2012) puede leerse el siguiente párrafo: "La ecorregión comprende los valles de inundación de los trayectos medio e inferior del Río Paraná y su tributario, el Río Paraguay, el antiguo estuario marino ocupado por el Delta del Río Paraná, el cauce del Río de la Plata, hasta el sur de la Bahía de Samborombón y el Río Uruguay desde su confluencia con el Río Pepirí Guazú hasta su desembocadura en el Paraná Guazú (...)", es decir que abarcan las costas ribereñas de Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, la parte costera sur de Misiones, y una parte de Santa Fe, Chaco y Formosa.
En cuanto a las especies que la componen varían geográficamente, pero son en su enorme mayoría especies adaptadas a condiciones de anegamiento, o por lo menos de abundancia de agua durante buena parte del día. A lo largo de su curso existen muchísimos tipos de formaciones y comunidades por lo que este ambiente se divide en varias subregiones:
  • Subregión Hidrosistemas de Planicies de inundación
  1. Complejo Bajo Paraguay
  2. Complejo Paraná Medio
  • Subregión antiguo estuario marino
  1. Complejo Delta del Paraná
  2. Complejo Estuario del Plata
  • Subregión Río Uruguay
  1. Complejo Costas e Islas del Río Uruguay

Y los que nos interesan como bonaerenses son los Complejos Delta del Paraná y complejo Estuario del Plata. Pero nada mejor que ver una foto de cómo debería ser una de nuestras costas en estado natural.
En la Figura 1, podemos ver cómo es la costa en Vuelta de Obligado, cerca de San Pedro.

Fig. 1. vuelta de Obligado.

La costa está delimitada por una barranca, al igual que ocurre con la costa del Plata, y en otra época fue escenario de una épica batalla. Su historia la convirtió en un lugar protegido, y ahí se puede ver uno de los últimos relictos de talares de barranca con tembetaríes  (Zanthoxylum fagara) de la Provincia.
Si bien la complejidad del Delta es demasiado compleja como para explicar en un sólo artículo, podemos decir que existen diferentes comunidades y que están dadas por pastizales ribereños, pajonales, juncales, esteros, pasando a bosques y al llamado monte blanco en áreas más altas.

Los juncales y pirizales (Cyperus giganteus), pajonales, pastizales y praderas de herbáceas higrófilas cubren el 96% del total de la región, y sólo un 4% está formada por bosques y selva (bosques higrófilos, bosques fluviales, monte blanco y comunidades específicas) (Borro y col. 2010)

La presencia de todas estas comunidades nativas, permiten una enorme interacción con fauna autóctona. En el Delta del Paraná (en toda su extensión) por ejemplo, habitan alrededor de 543 especies de vertebrados (47 mamíferos, 260 aves, 37 reptiles, 27 anfibios y 172 peces) (Lartigau B., D ́Alessio S. Lutz A., y Jensen R. en Athor y col 2014).

En otras publicaciones hablaremos del estrato arbóreo, cuyas especies más representativas son canelones (Myrsine laetivirens, Myrsine parvula), blanquillos (Sebastiania brasiliensis y Sebastiania comersoniana), mataojos (Poulteria salicifolia), laurel criollo (Ocotea acutifolia) y chal chal (Allophyllus edulis) como especies más abundantes, además de las comunidades puras o semipuras como ceibales, alisales, sauzales, etc. Sin embargo, me interesa hacer énfasis en la vegetación de zonas bajas (es decir el matorral ribereño y el juncal), que son las que forman y fijan el suelo y las primeras que son eliminadas con los "desmalezamientos".  ¿Qué pasa cuando quitamos estas partes? El suelo se erosiona. En general existe una superstición de que esto se frena plantando casuarinas, un árbol australiano. Así muchos habitantes de las islas ven sus costas erosionarse a pesar de haberlas llenado con estas especies exóticas y problemáticas. Sería mucho más fácil dejar la vegetación autóctona, que evolucionó y desde hace miles de años demostró ser efectiva para evitar la erosión.

Algunas de las especies propias del matorral ribereño son: Ceibillos (Sesbania punicea), Acacia café (Sesbania virgata), carpinchera (Mimosa pigra), rama negra (Mimosa bonplandii, especie endémica y de gran importancia), algodonillo (Aeschynomene montevidensis), cuchareros (Echinodorus sp.), saeta (Sagitaria montevidensis), serruchetas (Eryngium pandanifolium), sarandí blanco (Phyllantus sellowanus), sarandí colorado (Cephalanthus glabratus), margarita de bañado (Senecio bonariensis), Cola de caballo gigante (Equisetum giganteum, no es la que venden en viveros),  jazmín de bañado (Gymnocoronis sp.), rosa de río (Hibiscus cisplatinus), Ludwigia sp., cubresuelos ribereños como Tripogandra diuretica, etc.

Para recordar cómo es la diferente sucesión de ecorregiones en el área Deltaica, podemos ver una imagen del Dr. Gabriel Burgueño, que lo ejemplifica muy bien (Figura 2).

Podemos observar que en unos pocos cientos de metros de costa bonaerense, tenemos múltiples ecosistemas y amplia variedad de flora y fauna. Es por eso que no se debe edificar sobre las costas, ya que altera un ecosistema completo, interrumpiendo su continuidad, y altera los procesos de formación de suelo. He aquí la importancia fundamental de las costas por sobre otras áreas de la Ciudad, y justamente los "desarrolladores" inmobiliarios tienen el capricho de construir con "vista al río". 

Figura 2. Corte indicando ecorregiones, tomada de Gabriel Burgueño, en Buenos Aires, Historia de su paisaje Natural. Aguilar y col. 2012


Figura 3. Margarita de bañado (Senecio bonariensis) en San Pedro. 


Una característica esencial de nuestro Delta es que los sedimentos provinientes de los Ríos Pilcomayo y Bermejo, se depositan formando islas, y haciendo que el Delta crezca, por lo que se dice que es un Delta vivo, y que se trataría de un caso único en el mundo para Deltas tan grandes (Morello y col. 2012). Según estudios de cuencas, las costas rioplatenses tienen una dinámica de crecimiento, llegando a su máximo exponente en el Delta bonaerense, que crece a razón de 70 metros por año desde el año 1818 (Kokot R y Codignotto, en Athor y col. 2014). Momento....¿El Delta crece? Sí, actualmente llega hasta San Isidro, y se calcula que para el año 2.100 va a llegar hasta Puerto Madero
¿Y cómo puede ser este fenómeno? Y me interesa explicar cómo es este proceso.

En el Principio era el Junco...


Cuando se habla de juncos (Schoenoplectus californicus), nunca falta el que piensa que están asociados con enfermedades o con basura. ¡Nada más errado! Los juncales son un elemento clave en la formación de suelos, ya que amortiguan los efectos de las mareas y permiten el depósito de sedimentos.
Estos sedimentos permiten que luego se establezcan otras comunidades vegetales de plantas palustres que son parte del matorral ribereño, u otras comunidades formadoras de suelo como los alisos de río (Tessaria integrifolia) que crecen en este tipo de terrenos inestables formando nuevo suelo, que luego es colonizado por especies propias de selva.
Todas las comunidades de plantas nativas que se van asentando en estos terrenos (matorral ribereño, ceibales, sauzales, alisales, etc.) permiten la formación de nuevas costas y evitan la erosión de las existentes. La regulación hidrológica es una de las funciones más importantes de los humedales pero requieren de la integridad ecológica de estos ecosistemas. Kandus y col. (2010) mencionan algunas de estas funciones:

  • Desaceleración de los flujos y disminución de turbulencia del agua, que lleva a la estabilización de la línea de costa, y disminución del poder erosivo.
  • Regulación de Inundaciones, con disminución de la intensidad de los efectos de las inundaciones sobre áreas vecinas
  • Retención de agua: Almacenaje a largo y corto plazo
  • Recarga de acuíferos 
  • Retención y estabilización de sedimentos, con un mejoramiento de la calidad del agua (purificación).
  • Regulación de procesos de evapotranspiración, con la consiguiente atemperación de condiciones climáticas extremas

Y dentro de este texto, me interesa remarcar un párrafo al que voy a transcribir textualmente para que se lo graben los ingenieros y demás personas que suelen meter mano (o máquinas) en la costa.

"Las actividades humanas como la regulación de cursos de agua, endicamientos, terraplenes para caminos, limpieza de terrenos por desmonte o quemas, canalizaciones o introducciones de especies exóticas afectan la capacidad de regulación hídrica de los humedales." (Minotti P. y col. en Kandus y col. 2010). Así que cuando desde el municipio les digan que están destruyendo humedales, para mitigar inundaciones mándenl@s a estudiar, y a leer a profesionales que sí estudiaron el tema.

Resumiendo: a lo largo de la costa, tanto en el Delta como en las costas del Plata, los sedimentos provinientes del Pilcomayo y el Bermejo, son arrastrados por el Paraná y el estuario del Plata. Los juncales amortiguan las mareas haciendo más lento el caudal, y permitiendo el depósito de los sedimentos. Así se forma un suelo inestable, que se va a asentando. Detrás de ese suelo, empiezan a crecer elementos de matorral ribereños y de comunidades como alisales, que terminan de consolidarlo. Y por detrás de estas zonas, crecen los elementos de bosques higrófilos y de selva en galería. Si se elimina el juncal, no hay nueva fijación del suelo, si se elimina el matorral, no hay consolidación del suelo, dando lugar a procesos erosivos.
Cuando hablamos de juncal, nos referimos generalmente a comunidades de juncos (Schoenoplectus californicus), aunque existen otras especies que pueden formar parte de juncales como especies del género Scirpus sp. y Eleocharis sp. asociado con gramíneas, como Paspalum vaginatum y Panicum decipiens Nees, como en el humedal de la Balandra en Berisso (Pasarelli y col. 2014).
Pero no los aburro más, y me voy a camniar por la costa de Vicente López donde seguramente voy a encontrar humedales similares a los de la Balandra.

Desmanejos en la ecorregión del Delta. El caso de la costa de Vicente López. 



Figura 4. Costa de Vicente López a la altura de San Martín y el Río. Foto de 2015.

Ahh... ¡¡Pero qué pesadilla! No es como los libros describen...¿Y por qué hay adoquines? Bueno, debe ser una anomalía local, voy a caminar un poco más a ver si encuentro los juncales.




Figuras 5 y 6. Adoquines extraídos de la Avenida Maipú durante la gestión de García, y arrojados al río por la gestión municipal de Jorge Macri, que se suma a todos los escombros previamente arrojados por la gestión de Enrique García.


En la figura 5 podemos ver uno de esos bancos horribles de cemento, que el municipio está poniendo para reemplazar a los bancos de madera. L@s invito a sentarse en uno de esos bancos un día de calor (porque encima podan los árboles por cuestiones de supuesta seguridad. ¿Tendrán miedo de que los afanen pungas en aladelta?
En la figura 6 podemos ver un panfleto de Cambiemos con Ramiro Tagliaferro, intendente de Morón, y ex-marido de la gobernadora de Buenos Aires, junto a botellas, bolsas y más adoquines. ¿Cómo llega toda esta basura?
Los adoquines al igual que todos los escombros son parte del desmanejo ininterrumpido del municipio de Vicente López desde la dictadura hasta la fecha. Hubo hechos sumamente irregulares como concesiones de las costas a clubes de las fuerzas armadas y privados, muchas de las cuales se mantienen hasta el día de hoy, desmontes, y rellenos con basura y escombros. Tal es así que durante décadas, camiones vertieron su insalubre contenido sobre las costas de Vicente López sepultándolas. En la Figura 7 puede verse cómo era la costa en el año 1985 (Foto ricardo Barbetti). Parte de esa costa fue rellenada sepultando los cangrejales. Una parte de ese terreno (unas 2 hectáreas y monedas) quedó como la reserva de Vicente López. Y la mayor parte fue "cedida" al Colegio Lincoln, para que hiciera su campo de deportes, en lo que constituye uno de los tantos ejemplos de cómo el estado subsidia choriplaneramente a instituciones que pagan cuotas altísimas (supuestamente tienen que hacerse cargo de la reserva, pero digamos que el trato claramente favoreció a la escuela).




Figura 7. Foto de la costa de Vicente López en 1985. Fuente: http://archivo.argentina.indymedia.org/news/2010/06/739412.php.

Los adoquines son parte de la historia más reciente de Vicente López. Durante la gestión de Enrique García, se hicieron obras de re-pavimentación de la Avenida Maipú durante el año 2006, y como un adicional decidieron extraer los adoquines que estaban debajo del pavimento y que le daban resistencia. Debe ser un hecho casual, que en barrios privados, se pague un fangote de plata por los adoquines, y que mucha gente en la época dijera que eran para la venta ¿Cómo vamos a ser tan malpensad@s de creer que iban a formar parte de un negociado?
El tema es que los adoquines quedaron acopiados, y desde la gestión de Jorge Macri no tuvieron peor idea que tirarlos a la costa, justo cuando se empezaba a formar un incipiente matorral ribereño de cuyas plantas muchas veces iba a juntar semillas.

Y para ejemplificar lo que perdimos en los últimos 40 años o más (nuestros padres y abuelos se bañaban en el Río de la Plata), les dejo un enlace a un video que l@s vecin@s nucleados en Vecinos Indignados prepararon en su momento, y en parte lograron frenar algunos negociados costeros. Y este es el tipo de costa que queremos recuperar, y que NO HAY EXCUSA para no llevar adelante esta recuperación.

fuente: https://www.youtube.com/watch?v=CLGimkLdmb4

Para mayor información sobre la costa de Vicente López puede leerse el artículo "El Río de la Gente.
El conflicto por el uso de la ribera en Vicente López, Quilmes y Avellaneda." de la magíster Marina Wertheimer (2012).


La costa de Vicente López y de buena parte de Buenos Aires fue arrasada por desconocimiento y/o corrupción durante años. Pero caminando llegamos (por fin) a unos juncales en buen estado cerca del barrio el Ceibo y del Paseo del Viento, sobre el Río de la Plata. Pero... (En vicente López todo tiene un pero)... A pesar de que ese juncal está protegido por la ordenanza municipal 31.961, de 2012, el municipio quiere sepultarlo bajo tierra para rellenar. Esto demuestra que el municipio carece de gente idónea, ya que quiere reemplazarlos por humedales artificiales formados con una especie exótica llamada Vetiver (Chrysopogon zizanioides). Combatamos la ignorancia: Vamos a ver por qué ésto es una pésima idea.




 figura 8. Juncal del barrio el Ceibo (Vicente López)






















Figura 9. Juncal del barrio el Ceibo y albardón artificial.


Figura 10. Relleno del humedal con tosca. Los camiones fueron frenados por vecin@s.

Peleando contra la ignorancia...


Por un lado vimos fotos de hermosos humedales, llenos de vida, de fauna, y que gracias a juncales y matorrales ribereños y seguimos sin entender por qué quieren destruirlos. En principio, quieren destruir la vegetación autóctona, formadora de suelo, para poner una especie invasora que según ellos cumpliría funciones similares. Es el mismo tipo de desmanejo que hacen en el Delta cuando eliminan todo el matorral ribereño y el juncal para plantar casuarinas, un árbol australiano, que poco sirve para evitar la erosión del suelo. 

Y cómo vimos anteriormente, la región del Delta tiene una dinámica de crecimiento, no de erosión, y esta se produce por desmanejos ejercidos por gente poca idónea (también compartidos en las costas del Plata) y los principales desmanejos son:

  1. "Desmalezamiento"
  2. Rellenos con escombros
  3. Construcción de "defensas costeras".
  4. Introducción de especies exóticas.
  5. Barrios cerrados o privatización de tierras.  
Como podemos ver el municipio de Vicente López, así como CABA, y otros municipios del Conurbano cumplen con todos las puntos del desmanejo. En el caso del punto 5, en Vicente López no hay barrios cerrados, pero sí existen múltiples puntos en los que el acceso a la costa está "concesionado" a clubes.  

Vamos a ver cuáles son las causas que se esgrimen a la hora de cada uno de los desmanejos, y por qué no tienen sentido.

1) Desmalezamiento de bordes de ríos y arroyos:

Generalmente se esgrime la necesidad de "desmalezar" con criterios de higiene urbana, para "controlar enfermedades", con la creencia de que si eliminamos la vegetación, mágicamente los vectores de enfermedades desaparecerán. Eso claramente es desconocer el comportamiento de las enfermedades transmitidas por vectores (y del tema entiendo, por haber realizado mi doctorado en el estudio de la Enfermedad de Chagas), y existen múltiples ejemplos en los que justamente la deforestación y alteración de ecosistemas genera efectos contrarios y hace que vectores que no resultaban un problema empiecen a colonizar viviendas: ejemplos de esto son los vectores de la Enfermedad de Chagas, Leishmaniasis, Filariosis, malaria, etc. (Briceño-Leon, 2007; Fernández y col. 2012; Colwell  y col. 2011). Otro ejemplo actual es el de  las nefastas políticas de los gobernadores de Río Negro y Chubut, que declararon plaga a pumas y zorros, y promovieron su cacería. Así aumentó la cantidad de ratones colilargos (Oligoryzomys longicaudatus), que sumado a la destrucción de su hábitat contribuyeron a la generación de un brote epidémico de hantavirus a principios de este año (2019).
La realidad es que en muchos casos las áreas naturales y reservas urbanas permiten que existan especies que son controladores naturales de especies perjudiciales para el ser humano (Richard y Zapata, 2013). Como ejemplos podemos citar a una enorme cantidad de aves rapaces, que controlan a las poblaciones de roedores; a distintas especies de murciélagos, que controlan las poblaciones de mosquitos y otros insectos vectores de enfermedades (Lartigau B., D ́Alessio S. Lutz A., y Jensen R. en Athor y col 2014), o a distintas especies de ranas y sapos, que se alimentan de mosquitos y caracoles (Agostini 2012).

El "desmalezamiento" además de que perdamos todas las ventajas relacionadas al control de vectores (y de que los mismos busquen nuevos lugares en nuestras casas), tiene un claro efecto erosivo, ya que elimina las raíces de las plantas que mantenían la integridad de los suelos.

Figura 11. Humedal en el borde del canal Yrigoyen, salvado del desmonte por vecin@s.

Por otro lado, el relleno con escombros y basura, y las descargas cloacales sin tratamiento, que se producen en nuestro municipio, sí son propicios para la transmisión de enfermedades. Los humedales en cambio, permiten la purificación de las aguas contaminadas, ese es otro servicio ecosistémico que se pierde al rellenar y desmalezar.




Figura 12 y 13. Desbordes cloacales, por la construcción descontrolada de edificios a metros del Río de la Plata. Puede verse la falta de tratamiento de los residuos que luego irán a parar al Río. 12) en su modalidad "geiser", 13) Materia fecal humana en plena calle luego del desborde. Gracias Osvaldo por las fotos.

  2) Rellenos con escombros

Habitualmente este argumento es esgrimido porque supuestamente es la forma de controlar la erosión de las costas, y para ganar terrenos al río (como si nos faltara terreno). Vamos a repetirlo: "la región del Delta tiene una dinámica de crecimiento, no de erosión". Y como me gusta demostrar las cosas con argumentos científicos, voy a citar un trabajo de los especialistas Medina y Codignoto, del año 2013. En este artículo demuestra claramente cómo el Delta creció significativamente, en promedio 264 Hectáreas/año desde el año 1775.


Figura 13. Mapa que muestra los límites del Delta del Paraná entre 1750 y 2010. Tomada de Medina y Codignoto, 2013.

Si bien, el artículo plantea la duda acerca del comportamiento de las costas por el calentamiento global, y menciona un proceso de degradación costera en la Bahía de Samborombón, es categórico al afirmar que: "Por tanto, y a diferencia de los restantes deltas del mundo, la dinámica evolutiva actual del delta del río Paraná no parece verse afectada por los cambios en las magnitudes de las variables intervinientes en el sistema climático. Es más, si en un futuro próximo se confirma el crecimiento exponencial registrado desde el año 2005 al presente, se estará frente a una consecuencia de signo opuesto al generalmente esperado para este tipo de ambiente. En otras palabras, se estará frente a un incremento en la tasa de progradación areal en vez de asistir a su paulatina disminución". Y además remarca el papel de la vegetación al afirmar que:"Es sabido que la cobertura forestal protege al suelo de la erosión hídrica, particularmente en zonas de pendiente...".

Y repitiendo un párrafo anterior de uno de los trabajos citados en este artículo: "Las actividades humanas como la regulación de cursos de agua, endicamientos, terraplenes para caminos, limpieza de terrenos por desmonte o quemas, canalizaciones o introducciones de especies exóticas afectan la capacidad de regulación hídrica de los humedales." (Minotti P. y col. en Kandus y col. 2010).

Por lo tanto, la mejor manera de ganarle terrenos al río, sería dejar que la naturaleza lo haga de la manera que lo viene haciendo hace al menos desde el año 1775 (y en realidad desde hace miles de años, cuando la costa Marina llegaba hasta lo que hoy es la Ciudad de Diamante, Entre Ríos)

3) Construcción de defensas costeras y entubamientos

Esto, supuestamente se hace para evitar inundaciones, pero ya vimos anteriormente, que existe consenso acerca de que los humedales contribuyen a la mitigación de inundaciones. Este fenómeno nunca es tenido en cuenta por l@s ingenier@s que proyectan las obras, a partir de una papeleta sin tomar las características propias del lugar como la capacidad de los humedales de absorber los excesos hídricos y conducirlos lentamente hacia los ríos (a diferencia de un canal de cemento que no tiene capacidad absortiva). En la página de la fundación Wetlands international puede leerse una de las caractéristicas de los humedales:

Reducción de desastres: Los humedales protegen las costas y amortiguan las inundaciones, reduciendo los picos de crecida de los ríos. Retienen el agua después de las lluvias actuando como una esponja, para luego liberarlos lentamente. El riesgo de inundaciones aumenta a medida que los humedales pierden su capacidad de almacenamiento de agua de lluvia.

Fuente: http://www.humedales.org.ar/institucional/%C2%BFpor-qu%C3%A9-hablamos-de-humedales

En el año 2005, Nueva Orleans, EEUU, sufrió los efectos devastadores del huracán Katrina, que inundó el 80% de la ciudad. Este fenómeno se conoce como "el peor desastre de ingeniería de la historia de EEUU". La presencia de defensas costeras y el mal manejo de humedales, empeoró los efectos del huracán y dejó un número de 1.464 muertos e innumerables daños materiales. A partir de ese momento, EEUU se comprometió a restaurar las defensas naturales contra las olas (marismas, naturales, pantanos de cipreses y barreras separadas de la costa), es decir los humedales. Y a no confiar solamente en obras de ingeniería (World wetlands day, 2008). Este documento termina con la siguiente cita textual:

"Si bien no podemos impedir fácilmente las inundaciones de gran magnitud, lo que sí podemos es asegurarnos de que aprovechamos los servicios de protección contra inundaciones que nos suministran gratuitamente los humedales. Los ríos, lagos y marismas frenan y contienen las aguas de crecida, pero ello sólo es posible si no construimos nuestros centros urbanos en llanuras de inundación naturales y meditamos más sobre las consecuencias más generales de canalizar los ríos y drenar las marismas."

En síntesis, un humedal costero íntegro, es mucho más efectivo que cualquier obra de ingeniería.

En cuanto a los entubamientos, claramente el agua no desaparece de una región, y por lo tanto, entubarla lo único que hace es conducirla hacia otro lugar, pero con una particularidad, si se interrumpe la continuidad de los valles de inundación (por un entubamiento), hay una cantidad de agua que no desborda en el entubamiento, pero que lo hará con mayor caudal y fuerza río abajo. Imaginemos a un entubamiento como un "caño". Nunca puede ser de mayor tamaño que el valle de inundación del río. ¿Y entonces para qué entubar? Para hacer negociados inmobiliarios en esas tierras, o para que no se noten los contaminantes y descargas cloacales que ilegalmente se vierten en ese curso de agua. Existe una tendencia mundial a desentubar los arroyos en las ciudades, pero en Buenos Aires vamos a contramano.

4) Introducción de especies exóticas

Apliquémoslo al caso del vetiver (Chrysopogon zizanioides). A nivel mundial, la comunidad científica llegó a la conclusión de que destruir humedales fue una pésima idea. Así es que se desarrollaron técnicas para la restauración de humedales, y para la formación de humedales artificiales, buscando obtener muchos de sus beneficios, entre ellos la purificación de aguas contaminadas (ONU-HABITAT, 2008, Ramsar 2010). Pero justamente, hay que hacer algunas aclaraciones y es que según RAMSAR:

"Los atributos de las actividades de restauración de humedales que tienen éxito incluyen:
1) la utilización de especies nativas de los humedales en conjuntos característicos y grupos funcionales,
2) ecosistemas de humedales autosostenibles y con resiliencia integrados en el paisaje general, y
3) la reducción o eliminación de las causas de la degradación de los humedales (SER, 2004). En 2002
la Convención de Ramsar adoptó principios y lineamientos para la restauración de humedales con el
fin de ayudar a los responsables de la toma de decisiones y del manejo de los humedales (Manual
de Ramsar Nº19)" (Tomado de Ramsar 2010)

En este sentido, el vetiver va en contra del punto 1) y la destrucción con escombros va en contra del punto 3). La combinación de ambas, va en contra del punto 2).
Y en un ataque de sentido común nos preguntamos: ¿Por que destruir un humedal en buen estado, sepultando plantas y animales bajo una capa de escombros para remplazarlo por un humedal artificial con especies exóticas? No encuentro una respuesta lógica, ya que el juncal natural provee más servicios ecosistémicos de los que podría proveer cualquier planta comercial.
Además desconocemos si esa planta de la India afectaría el ecosistema costero y la reserva ecológica, que dicho sea de paso, el municipio le quiere quitar una parte adicional a la que ya le quitó el colegio Lincoln.

Cabe destacar que como miembro de la convención Ramsar, nuestro país se comprometió a hacer un uso RACIONAL de los humedales, y este proyecto claramente no lo es. "Los compromisos y obligaciones de la Convención de Ramsar establecen claramente el uso racional y la evitación de la pérdida y degradación de los humedales en primera instancia".

 5) Barrios cerrados o privatización de tierras

Ya comentamos que en Vicente López no hay barrios cerrados, aunque sí clubes que están usurpando el camino de sirga, que debería ser público. Tanto barrios privados como clubes suelen arrasar con la vegetación existente degradando el ambiente y las funciones de los humedales. En el caso de los barrios cerrados además hacen rellenos que elevan el nivel de dichos barrios para evitar inundarse (a veces hasta 6-8 metros), reduciendo la superficie de los valles de inundación, por ejemplo en el caso del barrio San Sebastián en Pilar la reducción del valle de inundación fue del 44%, según estudios de la geógrafa Patricia Pintos, y que con el efecto sinérgico de todas las urbanizaciones afectaron seriamente la cuenca del Río Luján (Pintos y Sgroi, 2012; http://www.agenciapacourondo.com.ar/opinion/inundaciones-la-responsabilidad-de-los-barrios-cerrados)

Finalmente...

El Delta con su costa del Plata es un ambiente que debemos cuidar, y dejar de degradarlo, tanto nosotr@s como ciudadan@s, pero sobre todo, las políticas municipales, provinciales y nacionales deben ir en pos de preservar esta maravilla como es un Delta en constante crecimiento. Esperemos que nuestr@s representantes estén a la altura, y se dejen de Vetivereadas. Si no, ejerceremos nuestro derecho ciudadano a un ambiente sano, como nos obliga la Constitución Nacional en su artículo 41. 

"Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley.

Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la información y educación ambientales. (...)"

¡¡Por las generaciones presentes y futuras, sí a la costa natural!!
Lea más: http://leyes-ar.com/constitucion_nacional/41.htm



Bibliografía

- Agostini, MG. Ranas y sapos del fondo de tu casa: anfibios de agroecosistemas de la Plata y alrededores - 1a ed.- La Plata: UNLP, 2012.

- Aguilar Horacio y col.  edición a cargo de José Athor. 2012. Buenos aires. La Historia de su paisaje Natural. Fundación de historia Natural Félix de Azara. Buenos Aires

- Athor , J y col. 2014. El Delta Bonaerense - Naturaleza, conservación y
patrimonio cultural. Fundación de Historia Natural Félix de Azara. Buenos
Aires.

Borro M, Donadile G, Kandus P, Minotti P, Morandeira, N, Postma J, Prol L, Romano, M, Spiaggi E, Vicia C. (2010). Humedales del Paraná. Biodiversidad, usos y amenazas en el Delta Medio. 

- Briceño-León R. Chagas disease and globalization of the Amazon. Cad Saude Publica. 2007;23 Suppl 1:S33-40.

- Colwell DD, Dantas-Torres F and Otranto D. Vector-borne parasitic zoonoses: Emerging scenarios and new perspectives.Vet Parasitol. 2011 Nov 24;182(1):14-21

- Fernández MS, Lestani EA, Cavia R and Salomón OD. Phlebotominae fauna in a recent deforested area with American Tegumentary Leishmaniasis transmission (Puerto Iguazú, Misiones, Argentina): Seasonal distribution in domestic and peridomestic environments. Acta Trop. 2012 Apr;122(1):16-23.

- Kandus, P., N. Morandeira y F. Schivo (eds). 2010. Bienes y Servicios Ecosistémicos de los
Humedales del Delta del Paraná. Fundación Humedales / Wetlands International. Buenos Aires, Argentina.

- Medina RA y Codignotto JO. Evolución del delta del río Paraná y su posible vinculación con el calentamiento global. Rev. Mus. Argentino Cienc. Nat., n.s. 15(2): 191-200, 2013

- Morello J; Mateucci S; Rodríguez A; Silva M. Ecorregiones y complejos ecosistémicos argentinos. Buenos Aires - Orientación gráfica Editora, 2012

- ONU-HABITAT, 2008. Manual de Humedales Artificiales. Programa Agua para las ciudades asiáticas de ONU-HABITAT, Nepal, Katmandú.


- Passarelli LM, Rolleri CH,  Ciciarelli MM, Dedomenici AC, González G. Flora vascular de humedales permanentes y transitorios bonaerenses (Buenos Aires, Argentina). Botanica Complutensis 38: 139-154. 2014

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http://www.agenciapacourondo.com.ar/opinion/inundaciones-la-responsabilidad-de-los-barrios-cerrados