martes, 23 de julio de 2019

Chañar (Geoffroea decorticans) y cómo germinarlos. Versión 2.0

Chañar (Geoffroea decorticans) y cómo germinarlos.

Por Alejandro Benatar. 

Esta es la versión 2 de este artículo, ya que por error se borró y no pude recuperarla. Sepan disculpar las molestias, y acá les dejo un artículo provisorio, hasta que recupere el original. 

El chañar es un hermoso árbol súmamente rústico, que crece en varias regiones de nuestro país. Su nombre, Geoffroaea decorticans, alude a una característica muy llamativa que es que su corteza se descascara, dando lugar a nueva corteza de un color verde furioso (Figura 1). Es un árbol de hojas caducas, y tiene la particularidad de que luego de perder todas sus hojas en da lugar a una abundante floración en primavera. Inviernos fríos, darán lugar a una floración sorprendente; inviernos leves como los que estamos teniendo no (Figura 2 y 3).

Figura 1. Corteza de chañar descascarándose.
Figura 2. Floración del chañar. 



Figura 3. Detalle de las flores.

Es un árbol ideal para plantar en vereda. Si bien tiene espinas, una buena poda de formación permiteque estas crezcan por encima de la altura de una persona. Respecto de las espinas, cabe aclarar que son temporales, ya que de ahí surgen los nuevos brotes de la planta y se convierten en nuevas ramas.
Necesita mucho sol, y sus requerimientos de agua son bajos, lo que permite que crezca en zonas áridas de nuestro país. En la provincia de Buenos Aires crece en los talares de barranca, donde suele formar comunidades llamadas chañarales. Es de crecimiento lento, aunque en cultivo y con riego abundante su velocidad aumenta. Hay que tener en cuenta dos aspectos, el primero es que necesita espacio para que sus raíces crezcan hacia abajo, y por tal motivo, no suele desarrollarse demasiado en almácigos, y el segundo es que requiere de abundante sol. En la figura 5 puede verse un chañar plantado en vereda, luego de 5 años de almácigo. La velocidad de crecimiento una vez plantado en suelo aumentó exponencialmente.



Figura 4. Chañar en vereda en la ciudad de Fiambalá, Catamarca.




Figura 5. Chañar plantado en vereda en el partido de Vicente López. 


Esta especie además es uno de nuestros frutales nativos, ya que sus frutos pueden consumirse crudos, o en forma de arrope. Además en medicina popular, la corteza se utiliza para tratar afecciones respiratorias. 

Es autóctono en las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, la Rioja, Mendoza, Río Negro, Salta, Santiago del Estero, Santa Fe, San Juan, San Luis y Tucumán. 
En regiones semiáridas como las del Parque Nacional Lihuel Calel en la Pampa, se pueden ver en abundancia, y creciendo a pesar de las escasas precipitaciones presentes en la zona, al igual que en el sur de la Provincia de Buenos Aires. 

¿Cómo germinarlos? 

Los frutos, podemos comerlos, y quedarnos con el carozo, pero en realidad la semilla está adentro del carozo. Abrirlos es una tarea tediosa, y por lo tanto, lo primero que vamos a hacer es seleccionar aquellos viables y sacarnos de encima los que no lo son. Para ello los hacemos flotar en agua durante un día, y nos quedamos con aquellos que se hunden. Los que flotan casi con seguridad están vacíos o tienen la semilla dañada (Figura 6). Este tratamiento además ablanda los carozos. 


Figura 6. Flotación.

Al día siguiente, o a los dos o tres días posteriores, retiramos los carozos del agua (Figura 7), y con un cuchillo serrucho hacemos un corte transversal (Figura 8). Para que se entienda, lo que debemos hacer es serruchar en la cara del costado donde parecen unirse dos mitades. 



Figura 7 y 8. Carozo y corte transversal. 

Una vez que logramos atravesar levemente el carozo y hacer un corte en toda su superfice lateral, y vemos que el cuchillo entra lo suficiente con mucho cuidado intentamos hacer palanca para separar las dos mitades. Si vemos que cuesta, intentamos que el corte sea un poco más largo (no más profundo). Si la palanca es cuidados, vamos a lograr separar el carozo en dos mitades, de las cuales en una va a quedar alojada la semilla, que parece como una almendra arrugada (Figura 9).

Figura 9. Separación del carozo en dos mitades.

Intentamos separar la semilla de la mitad que la tiene alojada, con mucho cuidado de no romperla. Si no sale fácilmente podemos plantar o poner a germinar la mitad junto con el carozo, pero si podemos sacarla mucho mejor (Figura 10 y 11).



Figura 10 y 11. Separación de la semilla.

Una vez que tenemos la semilla podemos ponerla en un germinador o entre dos servilletas húmedas con varias precauciones. Debe tener una temperatura adecuada (si hace frío tarda mucho en germinar), y debemos tener cuidado de que no se llene de hongos. Si las condiciones son buenas y la semilla es fresca, puede germinar en menos de un día, y eso vamos a verlo ya que su radícula es notoria (Figura 12).

Figura 12. Semilla germinada.

Y aquí voy a compartirles algunas experiencias personales. Los chañares jóvenes son un poco quisquillosos, a veces un exceso de sol en sus primeras etapas los mata, así como baja luminosidad. De jóvenes también suelen ser poco resistentes a los transplantes, así que recomiendo utilizar un envase profundo para que puedan desarrollar las raíces en longitud. Por ejemplo puede usarse una botella de gaseosa de litro y medio o 2,5 litros, y recién transplantar cuando ya tengan más de 10 cm. Además utilizar sustratos que no sean demasiado húmedos.
Aun así, van a tener algunos plantines que se les mueran, por lo que es preferible cultivar en cantidad.

Este artículo estoy escribiéndolo en invierno, pero es hora de ir preparándose para germinar nuevos chañares. Esperamos verlos en cantidad en las veredas , parques y reservas.

Como dicen un@s amig@s ¡Hasta la Victoria siembren!